1. Conexiones que provocan cortocircuitos.
Uno de los errores más persistentes es el uso exclusivo de cinta aislante para asegurar conexiones. Hoy en día, existen soluciones más confiables como los ferrules: pequeños cilindros metálicos que consolidan los hilos de cobre, mejorando la conductividad y reduciendo el riesgo de sobrecalentamiento.
Cuando no se utilizan ferrules, las hebras del cable pueden deformarse al ser presionadas por los tornillos de la terminal, generando conexiones irregulares y peligrosas. Existen múltiples tipos de ferrules según el proyecto: aislados, no aislados, dobles, con extremo de alambre, y fabricados en cobre, aluminio o acero.
Ventajas de los ferrules:
• Consolidan los hilos de cobre, reduciendo fallas de conexión.
• Facilitan la instalación al crear extremos rígidos y uniformes.
• Evitan contactos accidentales entre terminales adyacentes.
• Disminuyen los costos de mantenimiento.
• Prolongan la vida útil de la instalación al reducir el estrés mecánico.

2. Puesta a tierra deficiente.
Aunque suele ser invisible, la puesta a tierra es uno de los elementos más críticos de cualquier instalación. Una ejecución incorrecta puede poner en riesgo tanto a las personas como a los equipos conectados.
Errores frecuentes y sus soluciones:
• Selección inadecuada del punto de tierra: Es vital elegir zonas con resistividad menor a 25 ohmios y utilizar electrodos adecuados (varillas o mallas). Siempre consulta la normativa vigente en tu país.
• Conexiones mal realizadas: Usar herramientas y consumibles de calidad no solo mejora la seguridad, también reduce el tiempo de instalación y evita futuras correcciones.
• Falta de mantenimiento: Realiza inspecciones visuales mensuales y mide la resistencia cada seis meses. Un valor bajo garantiza que, ante una falla, la energía se desvíe hacia la tierra y no hacia el equipo o las personas.
3. Problemas en la acometida eléctrica.
La acometida es el punto de entrada de la energía al hogar. Una instalación deficiente puede manifestarse con olores a quemado, disparos frecuentes de interruptores o fusibles dañados, señales que anticipan reparaciones costosas o riesgos graves.
Errores comunes y cómo prevenirlos:
• Sobrecarga de la acometida: Distribuye la carga en varios circuitos. Te recomendamos consultar nuestro blog “Cómo calcular la corriente eléctrica requerida”, donde encontrarás herramientas útiles para dimensionar correctamente tu instalación.
• Interruptores termomagnéticos disparados: A veces basta con desconectar dispositivos innecesarios o redistribuir la carga. También puedes revisar nuestro blog “¿Cómo cambiar un interruptor de fusibles por uno termomagnético?”.
• Zumbidos o silbidos en la acometida: Estos sonidos suelen indicar conexiones sueltas, interruptores defectuosos o cables de baja calidad que generan arcos eléctricos. La solución va desde ajustar terminales hasta reemplazar componentes.
En todos los casos, la base de una instalación segura y profesional es el uso de herramientas y materiales de calidad. En Klein Tools, llevamos más de 165 años diseñando herramientas confiables y duraderas pensadas para los profesionales que construyen con responsabilidad.

